Reserva Natural para ver la Esperanza
Historia
Deriva su nombre de los predios que integraban esta zona: Fincas "Para Ver" y "La Esperanza". Adquiridas en 1971 por la Familia Mendoza Vargas. Al unir estos nombres resume la visión y pensamiento del Filósofo Educador y Mentor César Pompeyo Mendoza Hinojosa, quien concebía en prospectiva esta región como enclave estratégico para la conservación y futuro del bosque seco tropical en Colombia, para ello, inició acciones pedagógicas para evitar la quema como "técnica agrícola" para la siembra, la tala indiscriminada de especies maderables, la cacería, logrando de esta manera un "corredor ecológico" prolifero en flora y fauna.
Su convicción generosa lo llevó a cerrar su actividad ganadera para formalizar legalmente ante el Ministerio del Medio Ambiente y Parques Nacionales su solicitud de registro para destinar esta área manejado bajo los principios de sustentabilidad durante dos décadas para contribuir al conocimiento, consolidación y posicionamiento de las iniciativas de conservación de la Sociedad Civil, obteniendo la Resolución de Registro 0199\13 de Agosto del año 2001\RNSC-009.
Altitud y Clima
La clasificación de Holdridge permite ubicar a la RNSC Para Ver La Esperanza, en la zona de vida Bosque seco tropical (Bs-T), con precipitación que varían entre 1250 y 1550 mm y temperatura media mensual superior a 24 ºC. Según la clasificación de Caldas– Lang, en la zona, se presentan dos pisos térmicos: el cálido semiárido en la zona llana y de piedemonte, y el templado semihúmedo sobre los 1000 msnm. La humedad relativa varía entre 48 y 80% y está influenciada por los vientos secos que se desplazan desde La Guajira y transcurren por el corredor conformado entre la Serranía de Perijá y la vertiente oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta./p>
La zona presenta un régimen de distribución bimodal de la precipitación, con mayores registros durante abril a junio y septiembre a noviembre; en tanto que la época seca ocurre entre diciembre a marzo y julio a agosto. Sin embargo, entre los dos periodos de mayor precipitación se presentan lluvias esporádicas de moderada intensidad, de gran importancia para la regulación hídrica (Barbosa et al, 2008).
Topografía
A nivel geomorfológico se reconocen seis unidades diferentes: Unidad montañosa estructural (UME), Unidad colinada estructural (UCE), Terrazas aluviales (QTAL), Coluviones de pendiente (COP), Abanicos aluviales (QCAL) y Depósitos recientes (QAL). La primera de estas unidades es la más extendida (desde los 400 hasta los 1680 msnm) y está conformada por montañas altas y colinas cuyas formas se relacionan con el fallamiento existente; presenta un drenaje dendrítico, densamente ramificado, de cauces secos, laderas con relieve escarpado producto de la acción severa del agua de escorrentía y valles profundos con facetas triangulares de topes agudos (Barbosa et al, 2008).
Suelo
Según el POT de Valledupar (2013) los suelos del municipio de Valledupar son muy diversos, igual que sus pisos térmicos. Para el área donde se ubica la Reserva, la vocación del suelo está entre áreas para la conservación y la Ganadería; con un uso del suelo entre pastos mejorados o manejados y rastrojos con pastos naturales.
Hidrografía
La RNSC Para Ver La Esperanza hace parte de la cuenca de la quebrada Aguas Blancas, que nace en el cerro denominado “Cerro Boquinete” o “Cerro de Los Cóndores” a los 1680 msnm, lugar donde se ubica la divisoria de aguas entre la quebrada Aguas Blancas y el arroyo Sabana de las Minas en la parte más alta del Eco-parque Los Besotes (Barbosa et al, 2008). La quebrada Aguas Blancas es afluente del río Seco, y este a su vez del río Cesar (IGAC, 2017). Aporta a la protección de la vegetación ribereña sirviendo a su vez como corredor de conectividad ecológica y servicios ecosistémicos desde las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta las tierras bajas y vegas del río Seco, antes de desembocar en el río Cesar.
Reserva Natural para ver la Esperanza
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En la Reserva Para Ver La Esperanza los valores de área basal en las parcelas de muestreo evaluadas las especies con mayor aporte fueron, Guazuma ulmifolia con un 22% (Guasimo) y Aspidospema polyneuron (Carreto) que también hace un aporte considerable del 19,6% en la dominancia relativa.
Las especies más frecuentes, o que en más parcelas estuvieron presentes fueron: Guazuma ulmifolia (Guasimo) (21,4%) y Astronium graveolens (Quebracho) (14,2%) la primera siendo una especie propia de la vegetación secundaria perturbada y la segunda fiel representante del BST, seguidas de las demás especies registradas con frecuencia de aparición todas del 7,1%
Este nos permite comparar el peso ecológico de las especies dentro de la comunidad vegetal evaluada donde las especies Guazuma ulmifolia (Guasimo)(62,7/300), Aspidosperma polyneuron (Carreto)(46/300), Astronium graveolens (Quebracho)(33,2/300) y Vachellia macracantha (Aromo)(32,2/300) presentaron los valores más elevados por lo cual podrían estar representando una mayor importancia dentro de la comunidad florística del bosque en la reserva.
Entre otras especies importantes que dominan en la comunidad del bosque podemos mencionar a Platypodium elegans (Lomoecaiman)(30,5/300) y Pseudobombax septenatum (Majagua)(21,5/300). Este último conocido por ser individuos de gran porte, de fustes engrosados, que tienden a ser de rápido crecimiento, son muy resistentes a la sequía, tolera suelos pobres y con un alto nivel freático.
Caracteristicas de nuestros terrenos
En la reserva Para Ver La Esperanza, se evidencia la formación de dos estratos, no diferenciando alguno como principal, se da la concentración de puntos con alturas entre los seis (6) y diez (10) metros, como las alturas frecuentes y entendido como un estrato sub-arbóreo apoyado por los individuos ya establecidos y que empiezan aportar a la estructura de la comunidad; la segunda nube de puntos representa a otro grupo de árboles entre los diez (10) y catorce (14) metros, que se podría explicar y clasificar en un estrato arbóreo inferior en pleno desarrollo que generan cobertura de vegetación secundaria alta como buen síntoma de los procesos naturales en la reserva.
Conozca nuestros Rios
Para conocer la calidad del agua en el Arroyo Aguas Blancas, se aplicó la metodología BMWP adaptada para Colombia por Roldan (1999). Los resultados del análisis se consignan a partir de las familias de macroinvertebrados detectadas en el cauce del arroyo (Libellulidae, Gompidae, Baetidae, Leptophlebidae, Glososomatidae, Hidropsychidae, Helicopsychidae, Staphilinidae, Elmidae, Culicidae, Chironomidae Lampyridae, Psephenidae Blepharoceridae, Coridalidae, Perlidae, Gerridae, Veliidae, Belastomatidae), para determinar el nivel de contaminación, diferentes familias catalogadas para puntuar según las cuales alcanzan la sumatoria de 118 puntos.
El nivel de contaminación del Arroyo Aguas Blancas de la Reserva Natural Para Ver La Esperanza, se puede detallar siendo clasificados como afluentes con clase 1, Calidad Buena lo que significa cuerpos de agua muy limpios a limpios.
Estos cuerpos de agua tienen niveles de oxígeno por encima de las 5ppm, predominando dentro del ensamble de los macroinvertebrados, Gompidae, Leptophlebidae, Helicopsychidae, Perlidae, todos Insectos. Además, Pseudothelpusidae (Familia de los cangrejos de agua dulces en Colombia), los cuales son habitantes de aguas oligotróficas.
Conozca nuestra Fauna
En la Reserva natural Para Ver La Esperanza por parte de la Fundación Grupo HTM, permitieron determinar para los subcomponentes de fauna (Aves y Mamiferos); listas de avifauna clasificada en 17 Ordenes, 38 Familias, 100 Géneros, 124 Especies y 83 Sub especies, destacándose una (1) especie y 11 subespecies como endémicas. La riqueza de especies corresponde al 6.4 % del total nacional reportado por Avendaño y otros en 2017.
En el caso de mamíferos o de la mastofauna muestreada en la reserva, la información primaria mostró 8 Ordenes, 17 Familias, 24 Géneros y 24 Especies y una subespecie. No se reportan especies endémicas.
Otro orden de importancia en Para Ver La Esperanza es Psitaciforme, el cual ses monofamiliar y con registro de 8.0% de participación. Agrupa loros, Periquitos, Cotorras y Guacamayas, estando representados en Colombia por 55 Especies distribuidas en 20 Generos (Avendaño 2017) y 18 especies en el área de influencia de este trabajo (Ayerbe 2018). Su especiación llega a mostrar en Colombia hasta 57 sub especies (Ayerbe 2018). Se distribuyen desde el nivel del mar hasta los Paramos (Hilty and Brown 2009, MackMillan 2014, Ayerbe 2018).
Entre los Psitaciformes, Ara militaris militaris en una especie Vulnerable (VU) para la UICN (2021) y para MADS (2017) y es probablemente el loro con mayor tolerancia en términos ecológicos distribuyéndose desde los 0 metros hasta los 2000 m.s.n.m. (Botero 2011). Su dieta ha sido definida en términos muy amplios, mencionándose semillas, bayas, nueces y tejido vegetal como hojas o renuevos; las pocas especies reportadas incluyen Erithryna fusca (Mimosaceae), Jessenia bataua (Arecaceae), Melia azedarach (Meliaceae) y Ficus spp (Moraceae) (Rodríguez–Mahecha & Hernández– Camacho 2002 citados por Botero 2011). En bosques secos de la cuenca del rio Cauca se encontró consumiendo frutos verdes y maduros de Bursera simaruba y Bursera sp. (Burseraceae), y semillas y renuevos de Hura crepitans (Euphorbiaceae) (Botero 2011).
El ensamble taxonomico para Mamalia a nivel de Ordenes mostro a los Carnívoros como los del predominio con el 45.8%, con especies de interés como Procyon cancrivorus (Zorra patona), Cerdocyon thous (Perro zorro), Eira barbara (Tayra), Mustella frenata (Comadreja), Galictis vitatta (Huron), Conepatus semistriatus (Zorrillo, Mapurito), Lontra longicaudis (Nutria), Puma yaguarondi (Tigrillo negro, Leoncillo), Leopardus pardalis (Ocelote) y Tremarctos ornatus (Oso de anteojos u Oso Congo). En segundo nivel de aporte de especies, Rodentia con el 16.6% y posteriormente los Primates con 12.5%.
Indudablemente el registro del Oso de Anteojos es de gran relevancia, no solo para la reserva y este proyecto del Nodo de Reservas del Cesar, sino por la ampliación del rango de distribución de la especie, toda vez que no habían reportes en la Sierra Nevada de Santa Marta (WWF Colombia, Fundación Wii, EcoCiencia 2003, Lozada 1989, citado por Ministerio Medio Ambiente, 2001), siendo un hito en los reportes de Mastozoologia dado que la Sierra Nevada ha sido ampliamente muestreada y ni siquiera las poblaciones ancestrales han tenido en su imaginario referencias a esta especie. En ese sentido, el registro de la especie mediante cámaras de foto trampeo instaladas cerca al Arroyo Aguas Blancas en la RNSC Para Ver La Esperanza, sobre el piedemonte de la Sierra Nevada, hace necesario plantear varias hipótesis, para explicar el suceso; ¿Cuál es la procedencia del individuo de Tremarctos ornatus? ¿Podría haber migrado desde la Serranía de Perijá, donde se ha reportado su presencia? ¿Cómo ocurrió dicha migración?
Tremarctoas ornatus (Carnivora: Ursidae) es el único oso en Colombia distribuyéndose en las tres cordilleras, incluido el Macizo colombiano, Serranía Baudó, Sierra de la Macarena, Serranía del Darién en Panamá. Tiene reportes frescos en la Serranía de Perijá Colombia y Venezuela (Ayaso et al, 2020) y recientemente se registró por primera vez en la Serranía de San Lucas (Vela et al, 2014). Es gran dispersor de semillas al consumir frutas, hojas y material vegetal de diferentes especies hasta en un 70% complementando con la depredación de vertebrados pequeños (ranas, lagartos, roedores, marsupiales, armadillos entre otros). Fuera de ser una especie muy simbólica y sombrilla ayuda enormemente a la estabilidad del ecosistema, necesitando cada individuo más de 50 kilómetros cuadrados de espacio vital para alimentarse, refugiarse, buscar pareja y reproducirse (Corpochivor, 2015), lo que permite decir que el área de Para Ver la Esperanza y Los besotes juntas no basta para sostener la especie y por lo tanto podría considerarse que el área solo es parte de su espacio vital.
No se puede dejar de resaltar la importancia del ensamble de Crácidos con 4 taxas y 3 de ellos endémicos. El Paujil de Pico Azul (Crax Alberti), llega hasta 1200 metros de altura sobre el nivel del mar en las vertientes norte, oriental y occidental de la sierra Nevada de Santa Marta. También se conoce de localidades de tierras bajas y el piedemonte del valle medio del río Magdalena desde Honda hasta la serranía de San Lucas, Bajo Cauca y parte alta de los ríos San Jorge y Sinú y Serranía de San Jacinto. Su distribución histórica incluyó el valle del río Cauca y el Magdalena (Arango, 2012). Como otros Crácidos se alimentan principalmente de material vegetal, especialmente frutos, semillas y rebrotes (Hilty & Brown, 2009), cumpliendo importantes funciones en los ecosistemas del país.
Que nos caracteriza
La RNSC ofrece una belleza escénica y paisajística hacia el piedemonte de la Sierra Nevada de Santa Marta, que disfrutan los propietarios y los visitantes, ya que este espacio natural se convierte en un aula abierta para la educación de niños y jóvenes de Valledupar y El Cesar que hacen excursiones a la reserva para conocer en vivo un relicto de los bosques que antes dominaban y ocupaban las tierras del Valle de Upar.
Misión
Conservar una muestra representativa de Bosque seco Tropical en la vertiente suroriental del sistema de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el Departamento del Cesar, municipio de Valledupar, un área de 379 hectáreas como reserva natural de la sociedad civil para generar espacios propicios para la conservación de los recursos florísticos y faunísticos propios de este ecosistema.
Visión
La Reserva Natural Para Ver La Esperanza será un lugar donde se desarrollen actividades de protección, de la mano de actividades educativas, además, ofrecerá oportunidades de investigación vinculando la academia (universidades) y otras instituciones para la generación de información biológica que permita resaltar la importancia del área de conservación.
Servicios
Protección de bosques asociados a corrientes de aguas estacionales
Reserva Natural para ver la Esperanza
Mitigación de efectos del cambio climático
Reserva Natural para ver la Esperanza
Generación de Oxígeno
Reserva Natural para ver la Esperanza
Conservación y protección de la biodiversidad
Reserva Natural para ver la Esperanza
Retención y conservación de suelos
Reserva Natural para ver la Esperanza
Investigación Científica
Reserva Natural para ver la Esperanza
Protección de bosques asociados a corrientes de aguas estacionales
La RNSC Para Ver La Esperanza hace parte de la cuenca de la quebrada Aguas Blancas, que nace en el cerro denominado “Cerro Boquinete” o “Cerro de Los Cóndores” a los 1680 msnm, lugar donde se ubica la divisoria de aguas entre la quebrada Aguas Blancas y el arroyo Sabana de las Minas en la parte más alta del Eco-parque Los Besotes (Barbosa et al, 2008). La quebrada Aguas Blancas es afluente del río Seco, y este a su vez del río Cesar (IGAC, 2017). Aporta a la protección de la vegetación ribereña sirviendo a su vez como corredor de conectividad ecológica y servicios ecosistémicos desde las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta las tierras bajas y vegas del río Seco, antes de desembocar en el río Cesar. Las coberturas boscosas dedicadas a la conservación, tanto en el Ecoparque Los Besotes, como en la reserva Para Ver La Esperanza, aguas arriba del arroyo Aguas Blancas, permiten percibir un cauce de aguas cristalinas.
El predio se encuentra en la Zona de Vida de Bosque Seco Tropical (Bs-T), según la clasificación de Zonas de Vida de Holdridge (IDEAM & MinAmbiente, 2005). Específicamente para el predio Para Ver La Esperanza, se observan ecosistemas típicos de esta zona de vida en la planicie costera del Caribe Colombiano, como los Bosques Riparios del Zonobioma Seco Tropical del Caribe, rodeados de bosque denso con características del bs-T.
El bs-T es considerado uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, sin embargo, es también uno de los menos estudiados.
En Colombia se encuentra en un estado crítico de fragmentación donde se ha perdido más del 90% de este ecosistema (Pizano y García, 2014). Debido a su ubicación e importancia, desde tiempo atrás se han estado generando una serie de presiones y conflictos en este ecosistema, por ejemplo, en el mapa de “Conflictos de uso del territorio colombiano” del IGAC (2017), muestran que el 72% del BsT presenta conflictos asociados a la sobreutilización especialmente por degradación y erosión (28,7%) conflictos por subutilización en tierras que, teniendo mayor potencial productivo, se encuentran mal utilizadas (Pizano y García, 2014).
Mitigación de efectos del cambio climático
Uno de los ecosistemas con mayor representación en el departamento del Cesar corresponde al Bosque seco Tropical (bs-T), donde el departamento aporta aproximadamente el 21.8% (109.586 ha) de este tipo de ecosistema a nivel nacional (Pizano y García, 2014). En Colombia el bs-T ha sido altamente degradado y fragmentado, se estima que solo existe cerca del 8% de la cobertura original potencial, el 65% de las tierras de bs-T que han sido deforestadas tienen suelos en proceso de desertificación; esto quiere decir que esas tierras presentan una alta degradación, lo que hace que la producción agrícola o ganadera, sea insostenible (Pizano y García, 2014). Lo más preocupante, es que tan sólo el 5% de lo que queda de bs-T está presente en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP). Lo anterior, justifica la necesidad urgente de enfocar esfuerzos para conservar este tipo de ecosistema en el departamento del Cesar a través de Áreas Protegidas públicas o privadas, como es el caso de las RNSC.
Por lo anterior, se hace necesario estimular entre privados la creación de RNSC como es el caso de Para Ver La Esperanza, por lo que uno de los pasos fundamentales en su constitución es este documento que corresponde al Plan de Manejo de la Reserva Natural de la Sociedad Civil (RNSC) Para Verer La Esperanza, el cual es realizado por la Fundación Grupo HTM en el marco de referencia del subcontrato NW-SC-017, contrato celebrado entre la Fundación Grupo HTM y Chemonics International INC Sucursal Colombia y su Programa Riqueza Natural.
Este plan consigna la voluntad, ideas y proyección a futuro de conservación y de producción sostenible con un plan de gestión a cinco (5) años, el cual está sujeto a ajustes en sus actividades, presupuesto o lo que se considere necesario en el marco de su implementación y para el alcance de sus objetivos de conservación.
Generación de Oxígeno
La RNSC Para Ver La Esperanza, se encuentra en el corregimiento de Los Corazones, vereda Río Seco, municipio de Valledupar, Departamento del Cesar, a una altura entre 340 y 600 m.s.n.m, áreas donde predomina el Bosque seco Tropical BsT. Dicho predio es la Reserva Para Ver La Esperanza, propiedad de la familia Mendoza Vargas, quienes asumieron el manejo y administración de la reserva; cuenta con una extensión de 372 hectáreas, las cuales se registraron ante Parques Nacionales Naturales de Colombia bajo la Resolución No. 199 del 13 de agosto de 2001 del RUNAP.
La RNSC Para Ver La Esperanza, está situada en la vertiente Suroriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, su ubicación en coordenadas geográficas es de 73° 15´36,82´´W, 10° 32´ 43,95´´ N, a una distancia de aproximadamente 12 km desde el casco urbano del municipio de Valledupar hacia la Reserva.
Conservación y protección de la biodiversidad
Con respecto al peso ecológico de las especies evaluado se describe la importancia de las especies dentro del bosque de acuerdo a sus funciones y mecanismos principalmente de establecimiento, para mantenerse en el ecosistema, los cuales se combinan en abundancia, frecuencia y dominancia (Lamprecht, 1990). Las especies Guazuma ulifolia y Aspidosperma polyneuron con los mayores valores de IVI son representantes significativos dentro del bosque con respecto a las demás especies y por lo tanto cuentan con una concentración de recursos importante. Sin embargo, no debe perderse la concepción sobre este criterio y debe tenerse claro que todas las especies que aparecieron son de suma importancia para mantener la dinámica del bosque, tanto en estructura como en composición (Lamprecht, 1990) teniendo en cuenta el estado sucesional avanzado en el posiblemente se encuentra el ecosistema, donde se nota un bosque conservado e importante en cuanto a riqueza de especies y establecimiento de los individuos que surgen, emergen y se mantienen en desarrollo.
En cuanto a la regeneración, algunos autores han establecido características particulares para los bosques secos tropicales, entre ellos se pueden mencionar a Gentry y Dobson (1987), quienes indican que los bosques secos las trepadoras pequeñas y enredaderas son un factor importante dentro del bosque seco, para bosques en áreas planas las enredaderas y lianas pueden ocupar hasta aproximadamente el 20% del total de la flora. En la regeneración registrada en la RNSC Para Ver La Esperanza, se distinguen Sapindaceas con hábito de lianas enredaderas que predominan en ciertas áreas de vegetación secundaria baja y en los rastrojos altos.
Otro factor importante dentro de los bosques secos es la alta proporción de especies que se dispersan por viento y que no sigue una distribución homogénea en relación con las formas de vida lo que ocurre con el número de plántulas reportadas para varias especies arbóreas de gran peso ecológico y que estarían aportando a la dinámica eficiente del ecosistema a partir de sus funcionalidades biológicas (Por ejemplo, A. polyneuron), estas apariciones son características de los tiempos por los que atraviesan las coberturas vegetales de la reserva, que sin duda alguna son de mejoría a partir de sucesiones avanzadas que estarían generándose por el cuidado y cero intervenciones perjudiciales de estas áreas.
Todas las especies son de suma importancia para mantener la dinámica del bosque, tanto en estructura como en composición (Lamprecht, 1990). Sin embargo, el carreto (Aspidosperma polyneuron) aparece como una de las especies más representativas de la reserva, su presencia en la regeneración tanto en plántulas como brinzales y latizales establecidos, es un buen indicador de su estado en el Bs-T, los constantes trabajos de preservación de estas áreas estarían garantizando el éxito de esta especie clasificada en la categoría En Peligro por el MAVDT y La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Tremarctoas ornatus (Carnivora: Ursidae) es el único oso en Colombia distribuyéndose en las tres cordilleras, incluido el Macizo colombiano, Serranía Baudó, Sierra de la Macarena, Serranía del Darién en Panamá. Tiene reportes frescos en la Serranía de Perijá Colombia y Venezuela (Ayaso et al, 2020) y recientemente se registró por primera vez en la Serranía de San Lucas (Vela et al, 2014). Es gran dispersor de semillas al consumir frutas, hojas y material vegetal de diferentes especies hasta en un 70% complementando con la depredación de vertebrados pequeños (ranas, lagartos, roedores, marsupiales, armadillos entre otros). Fuera de ser una especie muy simbólica y sombrilla ayuda enormemente a la estabilidad del ecosistema, necesitando cada individuo más de 50 kilómetros cuadrados de espacio vital para alimentarse, refugiarse, buscar pareja y reproducirse (Corpochivor, 2015), lo que permite decir que el área de Para Ver y Los besotes juntas no basta para sostener la especie y por lo tanto podría considerarse que el área solo es parte de su espacio vital.
En cuanto a la fauna, tal y como se comentó anteriormente, la presencia de un ejemplar de oso de anteojos (Tremarctos ornatus). en una de las cámaras trampa instaladas en la reserva Para Ver La Esperanza, sitúa a esta especie con uno de los Valores Objeto a Conservar (VOC), al igual que el ocelote (Leopardus pardalis), que también fue avistado por medio de una cámara trampa (Figura 23). Por lo que seguramente recorre los bosques de la reserva Para Ver La Esperanza, convirtiendolo en una de las especies más importantes, vistosas y carismáticas para la protección de la reserva. También se recomienda incluir dentro de los valores objeto de conservación a la nutria (Lontra longicaudis) que es una especie en estado Vulnerable.
Los resultados de búsqueda de información primaria a partir de los muestreos hechos en la RNSC Para Ver La Esperanza por parte de la Fundación Grupo HTM, permitieron determinar para los subcomponentes de fauna (Aves y Mamiferos); listas de avifauna clasificada en 17 Ordenes, 38 Familias, 100 Géneros, 124 Especies y 83 Sub especies, destacándose una (1) especie y 11 subespecies como endémicas. La riqueza de especies corresponde al 6.4% del total nacional reportado por Avendaño y otros en 2017.
Retención y conservación de suelos
Según el POT de Valledupar (2013) los suelos del municipio de Valledupar son muy diversos, igual que sus pisos térmicos. Para el área donde se ubica la Reserva, la vocación del suelo está entre áreas para la conservación y la Ganadería; con un uso del suelo entre pastos mejorados o manejados y rastrojos con pastos naturales.
A nivel geomorfológico se reconocen seis unidades diferentes: Unidad montañosa estructural (UME), Unidad colinada estructural (UCE), Terrazas aluviales (QTAL), Coluviones de pendiente (COP), Abanicos aluviales (QCAL) y Depósitos recientes (QAL). La primera de estas unidades es la más extendida (desde los 400 hasta los 1680 msnm) y está conformada por montañas altas y colinas cuyas formas se relacionan con el fallamiento existente; presenta un drenaje dendrítico, densamente ramificado, de cauces secos, laderas con relieve escarpado producto de la acción severa del agua de escorrentía y valles profundos con facetas triangulares de topes agudos (Barbosa et al, 2008).
Refugio de fauna silvestre
La RNSC Para Ver La Esperanza será un lugar donde se desarrollen actividades de protección, de la mano de actividades educativas, además, ofrecerá oportunidades de investigación vinculando la academia (universidades) y otras instituciones para la generación de información biológica que permita resaltar la importancia del área de conservación.
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